Medicina Humanista
Dr. Jorge González H.
En el principio era la nada, una nada tan absoluta e inimaginable, en la que ni siquiera existía el tiempo o el espacio.
En algún momento y en algún lugar, o mejor dicho en todo momento y en todo lugar ocurre una explosión, el Big Bang, y empieza a generarse el universo. (Misterio 1).
La fuerza de gravedad de las partículas, permite que se formen cúmulos de estas, que darán lugar a las estrellas y planetas; uno de ellos, la tierra. ¿Qué generó esa primera explosión?. Es el “misterio de la creación”.
Las características estructurales y de temperatura de la tierra permiten que aparezcan los primeros seres vivos. Seres capaces de utilizar la energía del sol para desarrollarse y multiplicarse. (Misterio2)
Mediante un proceso de selección natural van quedando sólo los seres capaces de adaptarse a las difíciles condiciones del medio, los otros se extinguen.
En algún momento de la evolución aparece un ser conciente, pensante, parlante y libre, el hombre (Misterio3). Un ser que sufre y es capaz de comunicar su sufrimiento.
También aparece otro capaz de empatizar con ese sufrimiento ajeno y que intenta mitigarlo: el “médico”.
Así, el médico surge como un “hombre” que intenta ayudar a otro “hombre” que sufre. De ahí la naturaleza eminentemente humanitaria del acto médico.
Durante la evolución histórica el médico se ha valido de diferentes métodos para lograr su fin. Inicialmente mágico-religiosos, empíricos, luego teóricos-racionales y actualmente científicos experimentales. Independientemente del método, siempre ha permanecido como una constante: la compasión.
Elementos que ponen en peligro la humanidad de la medicina
- a) La economía consumista según la cual vale más el que posee más en términos materiales, perdiéndose paulatinamente elementos propiamente humanos como la compasión, empatía, solidaridad, etc. Medicina cuya eficacia se mide variables económicas.
- b) El hecho de que la medicina, con sus grandes laboratorios farmacéuticos, procedimientos y tecnología diagnóstica, se haya transformado en uno de los grandes negocios del siglo.
- c) La preponderancia de la ciencia como forma de conocimiento, que al no tener acceso a elementos no sensibles, interpreta a los hombres como un conjunto de interacciones moleculares, restándole lo propiamente humano.
- d) Especialización.
Elementos que caracterizan al hombre de otras especies
Al hablar de “humanismo”, necesariamente surge la pregunta de qué es el hombre, qué es lo que lo caracteriza de las otras especies. A continuación paso a detallar algunos de esos elementos.
1.- Lenguaje-Conciencia
Aunque otras especies tienen algún tipo de comunicación, es indudable que en el ser humano el lenguaje ha llegado a su máximo desarrollo, incluyendo elementos como la escritura, que nos permite comunicarnos con seres distantes en el tiempo y en el espacio.
Este mayor desarrollo del lenguaje ha permitido también una mayor expansión de la conciencia, incluyendo además de elementos perceptuales, el pensamiento propiamente tal.
2.- Cultura
Cultura son los elementos que se transmiten de generación en generación, más allá de las características genéticas e instintivas.
Incluye prácticamente toda creación humana como, las artes, la política, ciencias, religión, forma de vestirse, idioma, costumbres, etc.
Esto permite que hayan notables diferencias entre los hombres pertenecientes a distintas culturas, aunque racialmente sean similares. No ocurre así con los animales.
“El hombre no puede encontrarse a sí mismo, ni percatarse de su individualidad, si no es a través del medio de la vida social”. (Cassirer, Antropología Filosófica).
“Yavé entonces formó de la tierra todos los animales del campo y todas las aves del cielo, y los llevó ante el hombre para que les pusiera nombre. Y cada ser viviente había de llamarse como el hombre lo había llamado” (Génesis 2,19).
3.- Libertad
“La persona es la libertad e independencia frente al mecanismo de la naturaleza entera, consideradas a la vez como la facultad de un ser sometido a leyes propias, es decir, a leyes establecidas por su propia razón” (Kant).
Evolutivamente el hombre trasciende el determinismo psico-físico y se transforma en un ser libre, capaz de generar conductas mediante leyes internas.
Por más prisionero que se encuentre, siempre el ser humano puede ejercer en mayor o menor grado su libertad. Al menos puede pensar libremente.
4.- Búsqueda de la verdad
El ser humano está constantemente preguntándose todo. Esta actitud es ya latente en la primera infancia (la edad de los porqué), y se mantiene en mayor o menor grado durante toda la vida.
Nos preguntamos por nuestro origen, nuestro ser, nuestro entorno, etc. Hay una necesidad intrínseca por saber.
“El hombre nunca podría fundar la propia vida sobre la duda, la incertidumbre o la mentira; tal existencia estaría continuamente amenazada por el miedo y la angustia. Se puede definir, pues, al hombre como aquel que busca la verdad” (Fides et Ratio 28). Juan Pablo II.
5.- Solidaridad
El hombre es por naturaleza un ser solidario, capaz incluso de dar la vida, en un acto de heroísmo, por sus semejantes. En las guerras, por ejemplo, se aprecia este acto de solidaridad, cuando un grupo de hombres marcha a defender los intereses de su clan, aún a costa de su propia integridad.
Un elemento que influye en la solidaridad es la “empatía”, la capacidad de ponerse en el lugar del otro que sufre y sufrirlo en carne propia.
“La propensión al altruismo es heredada como una propiedad del sistema nervioso humano. La práctica del altruismo es la intención de actuar por el bien de otros. Es una de las glorias de nuestra cultura y debe ser aprendida como se aprende el lenguaje”. (Eccles, La psique humana).
6.- Proyección hacia el futuro
El ser humano vive gran parte de su vida planificando, poniéndose imaginariamente en posibles escenarios futuros. Para el hombre no es suficiente estar bien ahora, necesita saber que mañana también lo estará. Incluso en muchas oportunidades es capaz de sacrificar un bienestar actual por un futuro mejor (para algunos signo patente de madurez).
“Uno de los rasgos humanos más distintivos es la capacidad de guiarse por proyectos futuros, más que por resultados inmediatos, algo que aprendemos durante la niñez”. (Damasio. “El error de Descartes”).
7.- Ética
Se refiere a la existencia del bien y el mal y una conducta acorde a ello.
El hombre se pregunta y cataloga sus acciones de acuerdo a parámetros éticos.
“Y Dios le dió esta orden al hombre: Puedes comer de cualquier árbol que haya en el jardín, menos del árbol de la ciencia del bien y del mal; porque el día que comas de él, morirás sin remedio”. (Génesis 2,16).
Características que debiera incluir una medicina humanista
Ante la necesidad de ejercer una medicina humanista, que rescate la tradición médica por excelencia, es necesario integrar estos elementos, propiamente humanos, a la relación médico-paciente.
- Lenguaje- Conciencia
Es necesario establecer una adecuada comunicación con el enfermo, intentando descifrar como él conciencia su enfermedad. La experiencia de enfermedad, aún de una misma enfermedad, es diferente en cada persona. Algunos la percibirán como algo catastrófico, otros como un castigo divino, algunos quizás como una salvación.
Esto influirá sin duda en el curso que tome la enfermedad y nos permitirá tomar decisiones de una forma más adecuada.
2.- Cultura
Es un atentado contra la esencia del hombre el intentar imponer mi cultura en forma arbitraria.
Cada enfermo tiene su propia cultura (creencia, religión, convicciones políticas, costumbres, etc) que deben ser respetadas en el acto médico. El médico también es un agente culturizador y puede influir la del paciente, siempre que lo haga en forma respetuosa y este lo acepte.
Creo por otra parte que el médico tiene un rol importante que cumplir en la política y el gobierno de un país: ¿quién conoce más de cerca los problemas de la gente?, ¿quién los ha escuchado más de mil veces en la intimidad de la consulta?, ¿quién otro los sufre día a día en su quehacer profesional, si no es el médico? La enfermedad es un reflejo patente de lo que ocurre en la sociedad y el médico el encargado de administrar la salud.
En muchos momentos sentimos que la solución de un problema escapa a nuestro quehacer individual y allí surge la vocación política.
3.- Libertad
Debemos respetar la humana libertad de nuestros pacientes. Ellos deben ser quienes finalmente decidan, en base a sus propias convicciones el curso a seguir. Nosotros podemos sugerir, educar, mostrar nuestros puntos de vista, pero no imponer un curso de acción.
4.- Búsqueda de la verdad
El enfermo necesita conocer cuál es la naturaleza de su padecimiento, de acuerdo a su “capacidad de entendimiento”.
Es obligación del médico humanista hacer partícipe al paciente de este conocimiento, de las alternativas terapéuticas y del camino a la recuperación.
5.- Solidaridad
El acto médico, como vimos, es un acto solidario en su esencia y tradición.
Debe seguir siendo el deseo por ayudar a otro que está sufriendo, la mayor motivación del quehacer médico. Considerar al enfermo sólo como un fin de lucro o como un objeto que hay que “despachar” rápidamente se aleja de una visión humanista de la medicina.
6.- Proyección hacia el futuro
El enfermo necesita saber que va a suceder con él. Incluso gran parte de la dolencia de enfermedad está provocada por esta incertidumbre.
Es necesario que el médico disponga de los conocimientos que permitan con mayor certeza predecir la evolución de la enfermedad y ejercer acciones que desvíen ese curso en beneficio del paciente.
Cuantas veces nuestros enfermos se sienten mejor con la sola visita del médico, que los tranquilizó e infundió confianza; incluso antes de ingerir algún medicamento se sienten mejorados.
7.- Ético
Desde la antigua medicina hipocrática tenemos preceptos en que hacer el bien y evitar el mal es uno de los pilares fundamentales del acto médico.
El tomar la decisión adecuada requiere, no sólo de una formación científica, sino también de una formación filosófica, antropológica y psicológica integral.
A pesar de que nos vemos enfrentados a una serie de escollos que nos dificultan a veces ejercer una medicina humanista, pienso que lo más importante es tener permanentemente conciencia de que el que está frente a nosotros es un “ser humano”, con toda su cultura, proyectos, ambiciones, penas y alegrías. Este humanismo, además de en la relación médico-paciente, debe estar presente en toda relación profesional y humana en general.
Nadie puede comprender a cabalidad a un ser humano que otro ser humano. Por esto no me imagino una medicina en la que los médicos sean robots o máquinas. La medicina es un ejercicio del hombre para el hombre.