Hipo o Singulto: Fisiopatología y enfrentamiento del paciente

Resumen

Este artículo de revisión analiza la fisiopatología, etiología y manejo del hipo (singulto). Se define el hipo como una contracción involuntaria e intermitente del diafragma y los músculos intercostales, seguida del cierre de la glotis. Si bien generalmente es benigno y autolimitado, el hipo persistente (más de 48 horas) o intratable (más de un mes) puede indicar una patología subyacente, representando una causa significativa de deterioro en la calidad de vida, especialmente en pacientes oncológicos. La fisiopatología se centra en un reflejo que involucra los nervios frénico y vago, así como el sistema nervioso central. Se describen más de 100 causas posibles, agrupadas en categorías: irritación de los nervios frénico y vago (incluyendo patologías gastrointestinales y otorrinolaringológicas), alteraciones del sistema nervioso central (vasculares e infecciosas), alteraciones tóxico-metabólicas y causas psicógenas. El diagnóstico del hipo persistente o intratable requiere una anamnesis detallada, examen físico completo y estudios de laboratorio y de imagen, dependiendo de la sospecha clínica. El tratamiento del hipo agudo suele ser innecesario. Para el hipo persistente o intratable se enfoca en tratar la causa subyacente, y se exploran opciones farmacológicas (clorpromazina, anticonvulsivantes como fenitoína, ácido valproico, carbamazepina, metoclopramida, gabapentina) y no farmacológicas (maniobras de Valsalva, masaje rectal, estimulación faríngea, acupuntura, bloqueo del nervio frénico), con la gabapentina emergiendo como una opción más segura en pacientes con comorbilidades. Las complicaciones pueden incluir problemas psicológicos (ansiedad, depresión), trastornos alimentarios, deshidratación y complicaciones orgánicas menos frecuentes.

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